A 20 días de que concluya el plazo para que los sindicatos mexicanos legitimen sus Contratos Colectivos de Trabajo (CCT), el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) tiene el registro de 2,219 eventos de votación ya programados hasta el 10 de julio de 2023. Hasta el lunes 10 de abril se tenía el cómputo de 15,080 contratos ya legitimados.
Si todos los eventos de votaciones programados resultan en legitimaciones, la cifra de contratos legitimados podría rebasar los 17,000, con lo que solo alrededor de 12% de los contratos colectivos que se calcula existen en el país —unos 139,000— completarían el trámite.
Eso significa que se podrían dar por terminados —aproximadamente— más de 121,000 CCT. De acuerdo con datos del CFCRL los eventos que se programaron en la recta final del proceso obligatorio para los sindicatos son de este 11 de abril y el 26 de julio de este año.
Si bien la fecha límite es el primero de mayo, la autoridad laboral informó que las organizaciones sindicales pueden registrar sus procesos, aunque estos se desarrollen después de esa fecha.
Hasta ahora, el número de contratos que se han dado por terminado es de 244, pues la mayoría de los trabajadores no estuvo de acuerdo con el contenido de su contrato.
De acuerdo con el Reporte de Inteligencia Laboral de la firma De la Vega & Martínez Rojas los sectores con mayor cantidad de contratos que rechazaron los trabajadores son del sector Automotriz y autopartes con 13% de los contratos; seguido por el Retail con 12%, el sector de Consumo masivo de alimentos y bebidas con 8%, el de Metales y materias primas con 8% y finalmente el sector Turismo con 7 por ciento.
Respecto al sector relacionado con la maquila tiene 5% del total de los contratos terminados. En estos sectores es en donde también se ha registrado la aparición de organizaciones sindicales independientes de nueva creación.
Si bien en el sector automotriz la constante ha sido la participación abierta del sindicalismo americano; en el caso del sector Retail hace falta un sindicalismo activo, es decir, los trabajadores desconocían a sus dirigentes.