El próximo 30 de julio la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) podría tener ya un documento previo con los avances significativos de la propuesta de la jornada laboral de 40 horas semanales.
El 1 de septiembre, el gobierno federal presentará su propuesta formal de reforma, de la que se prevé que sea de carácter prioritario su aprobación.
Para Óscar de la Vega Castillo, asociado del despacho laboral De la Vega y Martínez Rojas, se perfilan propuestas clave y próximas etapas.
“Es importante darle seguimiento a todo el proceso que siguen las autoridades laborales, sobre todo porque debe incluir aspectos que beneficien a todos los sectores, a los diferentes tamaños de empresas y por supuesto, a los trabajadores”, precisó.
Hay al menos cuatro aspectos que deberá contener la propuesta de reforma para la implementacion de las 40 horas de trabajo semanales en México, expresó:
– Gradualidad en la implementación
– Flexibilidad en los esquemas de tiempo
– Sectorización de la reforma
– Incentivos fiscales para horas extraordinarias.
Consideró exitosa la conclusión de los seis foros de diálogo que se llevaron a cabo en la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Querétaro y Cancún.
Destacó que la STPS se prepara para presentar una propuesta consolidada que refleje las inquietudes y necesidades tanto de los trabajadores como de empleadores, y que se centro en los cuatro aspectos mencionados.
“El diálogo entre los sectores es crucial para llegar a acuerdos que beneficien a los trabajadores, pero que también permitan a las empresas mantener la productividad”, aseveró.
Entre las principales propuestas que se perfilan sobre la gradualidad en la implementación se contempla una aplicación progresiva de la reducción de la jornada.
Si bien la meta de 40 horas semanales se alcanzaría como máximo para el año 2030, se proyecta que para 2026 se inicie con una primera reducción posiblemente a 46 horas y se continúe cada dos años hasta llegar a la jornada final.
Acerca de la flexibilidad en los esquemas de tiempo, comentó que se analiza la implementación de modelos como “tiempo por tiempo” o jornadas mensuales en lugar de semanales y ofrecer así mayor adaptabilidad a las particularidades de cada sector o industria.
Respecto a la sectorización de la jornada, aseguró que se buscarán esquemas diferenciados que tomen en cuenta particularidades de las industrias frente a labores de oficinas.
En cuanto a incentivos fiscales para horas extraordinarias, dijo que se contempla la posibilidad de buscarlos para que el pago de horas extraordinarias resulte más beneficioso para los trabajadores, cuando superen los límites actuales de horas trabajadas.
En relación con la productividad es necesaria la capacitación del personal, por lo que las empresas deberán implementar estos planes para asegurar mano de obra calificada que pueda suplir turnos y mantener la eficiencia con la nueva jornada.
Destacó como fundamental abandonar la creencia de que más tiempo trabajado equivale a mayor productividad.