Las lluvias intensas pueden reducir la productividad hasta en un 16%, debido a que hay más ausentismo, retraso en el transporte público, atorado en el tráfico, interrupciones eléctricas y por ende disminución del rendimiento físico y cognitivo, menciona un análisis del Banco Mundial.
La abogada y especialista laboral, Regina de la Vega comentó a LA PRENSA que otros estudios internacionales indican que el tipo de lluvias, como la que inundó varias zonas de la capital, el lunes pasado, afecta la eficiencia laboral, por motivos logísticos y el estrés que esto genera.
La combinación entre la lluvia y el caos vial de una ciudad crea un sentimiento de incertidumbre y frustración, debido a que no se sabe a qué hora exacta se puede llegar a los lugares de trabajo, mencionó.
Además, añadió, se enfrenta la necesidad de planificar rutas alternas, el riesgo creciente de accidentes viales, y el simple hecho de lidiar con el tráfico intenso, afecta la salud mental.
En tanto, la Asociación Americana de Psicología menciona que en los días lluviosos los trabajadores pueden experimentar una disminución de la energía debido a la atmósfera nublada y sombría.
LFT y los riesgos de trabajo
Regina de la Vega, socia de De la Vega & Martínez Rojas explicó que la Ley Federal del Trabajo menciona los riesgos de trabajo, “los cuales tenemos que entender que son aquellos accidentes o enfermedades a los que están expuestos los empleados en ejercicio, o con motivo del trabajo, y cuando se habla del tema de la lluvia, cuáles son los riesgos de trabajo: los que podrían haber a los empleados; cómo los que ocurren del traslado de casa al centro de trabajo y del trabajo a casa”.
Pero también se tiene que tomar en cuenta las fallas eléctricas en el transporte público, automóviles particulares o de aplicación y también las condiciones peligrosas, en los centros de trabajo; por ejemplo si hay goteras en fábricas o oficinas o si es una planta, se tiene que seguir las normas oficiales mexicanas.
La lluvia puede generar un cortocircuito o que se caigan estructuras o hasta que la misma gente se tropiece o resbale.
La especialista afirmó que se está retomando la Norma 035, la cual habla de los factores de riesgo psicosocial por lo que las empresas tienen cinco grandes obligaciones: identificar, analizar, prevenir, canalizar y sancionar.
El abogada recalcó que las inundaciones como las de la tromba que cayó el lunes pasado en CDMX y zona conurbada, “si un trabajador se queda atorado, no puede pasar porque el agua subió muy alto, y por supuesto ese tipo de situaciones genera ansiedad, estrés y miedo, porque en ese tramo se puede llegar hasta perder la vida.
En el caso de los trabajadores de las plataformas digitales, como los repartidores de Uber, Amazon, Rappi que tienen que andar en moto con paquetes y cruzar avenidas anegadas, inundaciones, enormes charcos, con copiosas lluvias; y en México se registran tormentas eléctricas, todo esos fenómenos generan un severo estrés y angustia.
Por lo que las empresas deben poner atención en canalizar al empleado, es decir, “escucharlo, conocer qué es lo que le está generando estrés y qué va a hacer al respecto; llevar un registro de qué es lo que nos ha externado el trabajador.
Empresas más flexibles
Las empresas tienen que ser más flexibles y empaticas a los fenómenos atmosféricos, entender desde dónde vienen a trabajar de manera presencial, y también si
prestan el servicio en la modalidad de teletrabajo o de un trabajo híbrido.
Subrayó que la LFT habla sobre las obligaciones que tiene el empleador en materia de seguridad higiene, donde de deben incluir las lluvias y los trastornos meteorológicos, es decir, el tema climático.
Melesio Rodríguez, trabajador de un banco narró que los días de lluvia los asocia con momentos de melancolía, romanticismo y ocio; lo que si influye en la productividad del trabajo.
La señora Mónica, empleada de limpieza del Metro afirmó que las lluvias fuertes afectan su estado de ánimo y la motivación para trabajar, ya que en ese transporte hay más trabajo y si se inunda, o caen chorros de agua, “nos toca limpiar a nosotros”.
La psicóloga Marcelina Yáñez expuso que la lluvia tiene un impacto en la productividad desde un punto de vista psicológico y emocional, especialmente en el ambiente donde las personas realizan sus actividades cotidianas, como el trabajo.
“El cerebro humano está diseñado para reaccionar ante las amenazas del ecosistema, incluyendo el clima”.
El ambiente laboral se ve afectado por el clima más de lo que pensamos, subrayó la psicóloga,
Rolando, trabajador de una cadena de supermercados, opinó que las empresas debe tener en cuenta la lluvia y del caos que conlleva, para brindar apoyo psicológico y manejo del estrés y la ansiedad para sobrellevar las adversidades que los trabajadores se enfrentan durante esta temporada.
