Tras analizar las distintas iniciativas discutidas en los seis foros organizados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el especialista destacó que estos encuentros ya representan un avance importante en el proceso legislativo.
“Tras la exitosa conclusión de seis foros de diálogo en diversas ciudades del país (Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Querétaro y Cancún), la STPS se prepara para presentar una propuesta consolidada que refleje las inquietudes y necesidades tanto de trabajadores como de empleadores, y que se centrará en cuatro aspectos fundamentales para su implementación”, recordó De la Vega Castillo.
Además, subrayó la apertura del gobierno federal para escuchar a todos los sectores, lo cual ha permitido obtener una visión integral sobre los beneficios y desafíos de esta reforma. “El diálogo entre los sectores es crucial para llegar a acuerdos que beneficien a los trabajadores, pero que también permitan a las empresas mantener la productividad”, dijo.
Entre los principales elementos que se perfilan para la iniciativa, se encuentran:
Gradualidad en la implementación: Se proyecta una reducción paulatina de la jornada laboral hasta alcanzar las 40 horas semanales en 2030. El primer recorte podría iniciar en 2026, reduciendo a 46 horas, y continuaría cada dos años.
Flexibilidad en los esquemas de tiempo: Se analiza la posibilidad de aplicar modelos como “tiempo por tiempo” o jornadas mensuales, adaptando los esquemas laborales a las necesidades específicas de cada industria.
Sectorización de la reforma: Se reconoce que la aplicación de la reducción de jornada no puede ser uniforme para todos los sectores. Se buscarán esquemas diferenciados que tomen en cuenta las particularidades de industrias como la manufacturera frente a las oficinas, por ejemplo, para asegurar una implementación efectiva y justa.
Incentivos fiscales para horas extraordinarias: Se evalúa incluir beneficios fiscales que permitan hacer más atractivo el pago de horas extras, especialmente cuando se superen los límites actuales.
De la Vega también señaló que para lograr una transición exitosa será necesario apostar por:
Capacitación del personal: Las empresas deberán fortalecer las habilidades de sus trabajadores para garantizar productividad con la nueva jornada. El gobierno podría ofrecer apoyo en esta área.
Cambio de mentalidad: La reforma busca romper con la idea de que más horas trabajadas equivalen a mayor productividad, promoviendo en su lugar un enfoque basado en eficiencia y balance vida-trabajo.
Cabe mencionar que la STPS continúa trabajando en la integración de las propuestas recabadas en los foros. Se espera que el 30 de julio se presente un documento preliminar con los avances de la iniciativa.
El 1 de septiembre, el Gobierno Federal presentará la propuesta formal de reforma, la cual será considerada como una prioridad en la agenda legislativa.
Finalmente, De la Vega Castillo instó a dar seguimiento puntual al proceso, asegurando que la iniciativa contemple medidas que beneficien tanto a trabajadores como a empleadores de distintos tamaños y sectores.