La Ley Federal del Trabajo (LFT) está nuevamente en el centro de la conversación nacional. La propuesta de reducir la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas reactivó un viejo debate que llevaba años estancado: ¿cómo se pagarán las horas extra y qué implicaciones tendrá el pago por hora en México? Esta reforma, promovida inicialmente por legisladores del partido Morena y pospuesta durante el sexenio anterior, vuelve a tomar impulso bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum.
El 1 de mayo de 2025, Día del Trabajo, la presidenta anunció el inicio de un proceso gradual para instaurar la semana laboral de 40 horas. Como parte del camino hacia esta transformación, se llevaron a cabo seis foros públicos liderados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). En ellos participaron empleadores, sindicatos, académicos y representantes de la sociedad civil, quienes coincidieron en la necesidad de avanzar hacia una jornada reducida, pero de forma escalonada y con reglas claras sobre su implementación.
Uno de los temas que más polémica generó durante los foros fue el impacto que esta reforma tendría en el uso de horas extra y el pago por hora. El sector empresarial advirtió que, de aprobarse la modificación a la LFT, será inevitable el uso de tiempo extra para mantener la productividad, sobre todo en industrias manufactureras, el comercio y los servicios.
LFT: cómo es el pago de las horas extras en México en 2025
La legislación actual establece que las primeras nueve horas extras a la semana deben pagarse al doble, mientras que las horas posteriores se cubren al triple. Esto ha posicionado a México como uno de los países con el pago más alto por tiempo extra, según la OCDE. A modo de comparación, el promedio global es de 1.3 veces el salario normal por hora extra trabajada.

Sin embargo, en la práctica, solo se pagan alrededor del 3% de las horas extra laboradas, ya que muchas empresas recurren a estrategias para evitar este desembolso adicional. Ante una posible reducción de jornada, los empresarios insisten en la necesidad de flexibilizar el esquema de pago de horas extra.
El abogado Ricardo Martínez Rojas, asesor de múltiples corporativos, propuso que las horas triples dejen de ser gravadas con el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y que tampoco formen parte del Salario Base de Cotización ante el IMSS. De este modo, el pago extra dejaría de representar una carga fiscal adicional para los empleadores.
Otro planteamiento que surgió en los foros es ampliar el límite de horas dobles de 9 a 12 horas semanales, dejando las horas triples como excepción. Esta propuesta busca mantener los niveles de productividad sin incrementar sustancialmente los costos laborales para las empresas.
No obstante, representantes sindicales como Reyes Soberanis, del Congreso del Trabajo, pidieron que esta discusión no afecte negativamente a los empleados formales y exigieron que los beneficios de la reforma sean también garantizados para quienes laboran en condiciones informales.
LFT: ¿pago por hora en México por la reducción de jornada laboral?
El pago por hora no es una figura nueva dentro de la Ley Federal del Trabajo. Desde 2012, con una reforma promovida por el entonces presidente Felipe Calderón, la ley permite que los trabajadores sean contratados por hora. Sin embargo, su implementación ha sido casi nula.
¿La razón? La norma establece que, aunque un trabajador labore menos de ocho horas, debe recibir el equivalente al salario mínimo diario, como si hubiera trabajado una jornada completa. Esto ha sido un gran desincentivo para los empleadores, que consideran inviable pagar una jornada completa por menos horas trabajadas.
Con la reforma laboral en discusión, los empresarios han revivido la idea de permitir contrataciones por horas reales trabajadas, con pagos y cotizaciones proporcionales. Por ejemplo, si un trabajador cumple cinco horas al día, se pagarían solo esas cinco horas, y la cotización ante el IMSS se ajustaría en consecuencia.

Empresas como Xcaret propusieron programas piloto para evaluar esta modalidad. Su planteamiento incluye contratos de medio tiempo o por hora, lo cual podría beneficiar a sectores con alta rotación o necesidades variables de personal, como el turismo y los servicios.
No obstante, esta propuesta ha generado preocupación. Luis Munguía, titular de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, alertó que fraccionar el salario mínimo llevaría a que muchos empleados queden por debajo de la línea de bienestar, especialmente si ganan solo medio salario por trabajar menos de ocho horas al día.
La discusión también alcanzó el terreno fiscal. Octavio de la Torre, presidente de la Concanaco-Servytur, planteó que el límite fiscal de cotización se mantenga en 40 horas y que las horas extra no generen cargas tributarias adicionales. Su enfoque busca un equilibrio entre eficiencia laboral y competitividad empresarial.
Por su parte, sindicatos como la CTM han pedido que se considere la creación de una “prima sabatina”, similar a la ya existente prima dominical, como incentivo adicional para quienes trabajan en jornadas extendidas o días de descanso.